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Puede que la duda no asalte a muchos, pero está presente. Hay a quienes no los convence su profesión o quieren cambiar su abanico de oportunidades profesionales.
Educar es agitar el alma para que el espíritu se haga libre, decía la pedagoga María Montessori, y desde esa perspectiva, Minta Cecilia Muñoz, coordinadora de Expansión en el Ser de La Colegiatura, señala que es primordial que primero la persona identifique y sienta lo que vino a hacer como misión en la vida y, a partir de allí, se forme en un saber específico que contribuya en el desarrollo de su dignidad humana.
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“Lo que hoy las empresas se están dando cuenta es que cada vez hay que trabajar por proponer la innovación y para esto es necesario ser versátiles. Se están desligando de observar las carreras o posgrados y se están orientando hacia evaluar sus competencias o conocimientos”, señala Manuel Esteban Acevedo Jaramillo, decano de la Escuela de Administración de Eafit.
Si un joven se encuentra en un nivel de pregrado, puede resultar conveniente el ejercicio de combinar dos programas complementarios mientras se está formando, y así logran desarrollar formas de pensar y criterios valorados por el mercado laboral.
“Más allá de hacer un programa académico, demostrar que se busca actualización continua a través de cursos, diplomados, carreras o posgrados, siempre aumenta el valor del profesional, porque muestra ‘learnability’, que es la capacidad de aprender y adaptarse continuamente. Esto es fundamental para mantenerse empleable en el mercado laboral”, afirma Juan David Tous, Gerente de Comunicaciones de Manpower Group Colombia.
Por: Laura Lopez
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