El egresado del programa de
Comunicación y Lenguajes Audiovisuales, Felipe Echeverrí Parra, fue admitido para estudiar en la Universidad de Nueva
York: MASTER OF FINE ARTS, en el Programa de CREATIVE WRITING IN SPANISH,
a partir del próximo semestre.
Con Echeverrí
Parra, quien integró
durante el pregrado el Grupo de Interés: Taller / Los Campos Magnéticos, orientado por el profesor, Oscar Jairo González, hablamos sobre esta posibilidad tan significativa en su vida personal
y profesional.
ProEgresados:
¿Cómo surgió la idea de aplicar? ¿Qué
lo motivó a emprender esta oportunidad?
Felipe Echeverri
La idea de escribir la tenía hace
mucho tiempo, en el 2012 si no estoy mal. Aunque previamente había tenido
muchos acercamientos a través del profesor Oscar González, él siempre me
animaba a seguir escribiendo y a conocer nuevos autores, pero fue en el 2012
cuando por fin tomé la decisión. En ese año cursé la materia Lenguaje y
creatividad en la universidad con el profesor David Gil, egresado de la NYU. Él
me habló del programa de escritura creativa y los beneficios de estudiar en una
ciudad tan intercultural como lo es Nueva York. Cuando supe de un programa así
me sentí muy motivado, era indiscutible que amaba escribir y que no me veía
haciendo nada más, pero sabía que tendría que esforzarme y trabajar en mi
escritura para compensar el tiempo perdido.
http://escrituracreativa.as.nyu.edu/page/home |
P.E.. ¿Cómo se desarrolló el proceso?
¿Cuándo comenzó?
F.E.
El proceso podría decirse que empezó
formalmente el día que me gradué. Ese día me puse frente al espejo y empecé a
mentalizarme como escritor. Era consciente de que tenía múltiples falencias en
mi escritura y lectura y aún las tengo. Creo yo que es uno de los problemas más
comunes de la población colombiana. Por eso hice un plan de trabajo y comencé a
desarrollarlo con base en unas metas
propuestas. Y por plan de trabajo no me refiero a uno que fuera evolucionando y
que a medida que fuera avanzando estaría más cerca de mi meta. No, no es ese
tipo de plan. Este es un régimen; una serie de ejercicios de lectura y
escritura que solo buscaban nutrirme bajo una mirada mucho más crítica. La idea
de este plan de trabajo era, como dicen comúnmente, “sacar callo” hacer de mi
escritura algo natural para mejorar en mi técnica y vencer el enemigo número
uno de todo artista: la página en blanco.
Diría que los meses anteriores a la
aplicación formal fue lo más difícil. En especial porque se me solicitaba una
muestra creativa de 20 páginas de la mejor calidad. Esto para los interesados
en trabajar prosa; para poesía eran 8 o 10 poemas. Para postularse a prosa
podía usarse un fragmento de una novela, cuentos, guión u otros, y aunque 20
páginas suenen como algo muy fácil de hacer, hay que tener en cuenta que se
presentan cientos de persona cada año, personas que de pronto han leído o
practicado su escritura más que tú. De ese centenar de personas solo escogen un
puñado, entre 12 o 20 cada año, algo que suena realmente intimidante.
Además de la muestra creativa,
también tuve que redactar una carta de propósitos o motivación. Éste fue el
mejor psicólogo que he tenido en años. Aunque me tomó tiempo redactarla, creo
que el producto final fue algo muy bueno, algo que englobaba lo que soy y las
razones que me llevaban a presentarme al programa. El resto de papelería es lo
usual que pueden pedir para un programa de maestría: cartas de recomendación,
historial académico, manejo de inglés y demás.
P.E ¿En qué consiste la aplicación
que logró y por cuánto tiempo? ¿Implica
beca?
F.E.
Para mí fue una grata sorpresa
despertarme un día y ver en mi buzón de entrada una carta de aceptación de una
de las universidades más importantes del mundo. De cierta forma ayuda a la
autoestima. Los artistas tendemos a sufrir por eso, somos demasiado críticos
con nosotros y éste tipo de cosas es el empujoncito que se necesita para seguir
creando.
Mientras repasaba letra por letra de
ese lenguaje extranjero, me emocionaba mucho más. Aparte de la aceptación, me
otorgaban una beca parcial de 12 créditos de los 32, los dos años.
Desafortunadamente sigue siendo una
cantidad de dinero muy elevada, por lo que he estado buscando algún tipo de
beca complementaria en el sector público o privado para solventar algunos de
los gastos.
P.E. ¿Cómo cree que esta oportunidad
enriquecerá su formación como Comunicador Audiovisual y su crecimiento
personal?
F.E.
[risas] Muchos me han preguntado eso
últimamente. Creo que siendo audiovisual hay incluso más razones para que esta
maestría se haga más necesaria que para aquellos que estudiaron letras o
literatura. Algo que todo audiovisual sabe el día que pasa por la puerta para
la entrevista en la UdeM es que todas las técnicas y piezas audiovisuales
cuentan una historia.
La historia es el esqueleto y
músculos de un producto audiovisual. Y siguiendo ese flujo de ideas la historia
es lo que nos define como ser humano. Quisiera trabajar en mis historias sin
importar el formato, quisiera aprender todo lo posible y transmitírselo a la
comunidad. La verdad, creo que esta oportunidad me enriquecerá de todas las
formas posibles, aunque sé que la NYU no hará de mí un buen escritor o
guionista, todo esto dependerá de mi. Nosotros somos el fruto de nuestro
esfuerzo y perseverancia.
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